Autor
Castro Sánchez, Álvaro
Resumen
María de Cazalla nació en Palma del Río en 1487. Perteneciente a la familia con uno de los apellidos más conocidos de la historia de los heterodoxos españoles, se vinculó con grupos de alumbrados del reino de Toledo, los cuales desarrollaban prácticas de religiosidad interior y mantenían unas posiciones en materia de fe que los alejó de la ortodoxia y les hicieron sufrir al Tribunal del Santo Oficio. María de Cazalla, conocida como la «maestra de Guadalajara» fue una de las líderes carismáticas y doctrinales de dichos círculos y eso la convirtió en una desviada al menos en dos sentidos: por entender la religión de un modo diferente al que venían imponiendo unos grupos de poder en el seno de la Monarquía Hispana, y por tomar oficio de maestra de otras mujeres y hombres predicando una doctrina que socializaba la santidad y hacía prescindible la mediación de la Iglesia, apartándose totalmente de los roles que su tiempo le asignaba a su género.