Maestro, orientador, profesor universitario y durante gran parte de su vida, asesor de formación en el CEP de Córdoba.
Aquel que conozca la red de formación sabe que Manuel Lucena es parte imprescindible de su historia. En cada etapa del Centro del Profesorado ha sabido guardar y contagiar la esencia de una formación en, por y para la escuela. Su manera de hacer lo importante, de escuchar siempre y de contar con los centros, con los maestros y maestras y con el equipo asesor, ha hecho parecer fácil y amable su trabajo incansable como facilitador de la mejora educativa.
Desde mi primer día en el CEP de Córdoba, Manolo me ha guiado y acompañado como asesora y como directora, ha sabido transformar cada equipo de trabajo en un equipo humano, ofreciendo seguridad, creando vínculos personales y cuidando las emociones. Merecedor de muchos títulos, de esos que no aparecen en los currículos oficiales, como estos dos que hoy le entrego: AsesorAmigo y MaestroAsesor.
Si hay algo que represente mejor el CEP de Córdoba que las palmeras de nuestros claustros, por su fidelidad, fortaleza y bondadoso cobijo, ese es, sin lugar a dudas, Manuel Lucena Rubio.
